viernes, 9 de diciembre de 2011

Te quiero demasiado.


No me importa tener que recorrer media ciudad cada vez que quedo contigo; ni que luego me duela el cuello de tanto mirar hacia arriba. Que quizás tú creciste demasiado y yo demasiado poco. Me seguiré poniendo de puntillas para alcanzar tus labios, aunque tú me digas que no hace falta. Desafiaré las leyes de la física, abriré los ojos, porque quiero ver lo que tengo delante: tú, lo que yo más quiero. Que daría lo que fuera por poder despertarme todos los días a tu lado, ver frente a mí esos ojos marrón muy, muy oscuro que tienes y disfrutar viendo esa sonrisa tuya tan jodidamente perfecta.
Me encanta que me muerdas el labio, que tires de él, lo sabes ya de sobra. Que me saques la lengua y que me vaciles con besitos. Que me calles con un beso, y que busques mi búho entre mi ropa. Que, pese a todas mis pegas, termines invitándome a algo y haciéndome rabiar. Pero, ¿sabes lo que más me encanta en estos momentos? Me encantas tú.